24/02/2017
El proveedor de pan de los restaurantes de paella Cullera de Boix es una panadería tradicional del centro de Barcelona, que lleva funcionando desde 1920 y que cuida al detalle todos sus productos
El abuelo de Anna, la actual propietaria de Forn Boix, hizo el viaje de Lérida a Barcelona en 1920 para desarrollar su oficio de panadero, una profesión a la que se dedicó con la vocación de elaborar un pan de máxima calidad y con ganas de importar la cultura alemana del pan.
Desde el mismo momento en que se abrió el horno, que se encuentra en el número 23 de la calle Xuclà de Barcelona, las harinas con las que se trabajaba eran importadas de Alemania y, claro, ecológicas, ya que en esa época poca intervención de pesticidas u otros agentes artificiales podía haber, incluso en el propio trigo. Y esto se ha mantenido hasta la actualidad. Trabajan con harinas naturales y de larga fermentación, que otorgan al pan un gusto completamente natural y mantienen sus propiedades mucho más tiempo.
Puedes probar el pan de Forn Boix en cualquiera de los tres restaurantes Cullera de Boix, convirtiéndolo en el mejor acompañamiento de nuestros platos
De hecho, Anna tiene claro que siempre trabajarán con los mejores productos, porque, tal como explica, «no queremos rebajar el precio a costa de una rebaja de la calidad, que para nosotros es lo primero».
En los últimos años, sin embargo, el oficio se ha modernizado y adaptado a los intereses, los gustos y las necesidades de los consumidores. Por eso, en Forn Boix, desde ya hace algún tiempo, trabajan con harina de trigo sarraceno y con otros cereales, como el centeno, para elaborar una gran variedad de productos.
Precisamente es en los productos donde han introducido más novedades, ya que además del pan, en sus panaderías se pueden encontrar galletas, bocadillos especiales elaborados con su pan, tartas, cocas, magdalenas y todo tipo de pastas. ¡Incluso se pueden encontrar bagels! Además, algunas de las pastas se elaboran con harina de escanda, u otras harinas especiales, de modo que tienen productos diferentes y para todos los gustos. Incluso cuentan con un obrador blanco, donde se elaboran todos los productos sin gluten.
Por otro lado, también fomentan la educación alimentaria de grandes y pequeños, en relación con el mundo del pan y las pastas: en el local de la calle Hospital, realizan actividades como la de los «Cuentacuentos», donde los niños elaboran galletas ellos mismos escuchando cuentos, o como la de las «Meriendas», para que los más pequeños puedan disfrutar de una merienda como las de antes: pan con unas onzas de chocolate y pan con gotas de chocolate en su interior. Toda una experiencia para los sentidos.
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